El ministro de Economía de Tucumán, Daniel Abad, analizó la compleja realidad económica de la provincia, marcada por una significativa caída en los ingresos provenientes de impuestos coparticipables, en un contexto de enfriamiento económico nacional. En sus declaraciones al programa Los Primeros, el funcionario jaldista resaltó que, pese al equilibrio fiscal alcanzado por la gestión provincial, la disminución del consumo y la necesidad de una reforma del sistema tributario federal son desafíos clave para el desarrollo económico.
Abad explicó que los ingresos nacionales que recibe Tucumán se han visto afectados por la caída en la recaudación de impuestos coparticipables, como el IVA, que representa el 60% de estos recursos. “Una cosa es que crezca la recaudación y otra cosa es que crezcan aquellos impuestos que son coparticipables. Cuando crece la recaudación, en la bolsa están metidas las retenciones, que no son coparticipables, el impuesto a los débitos y créditos bancarios, que tampoco son coparticipables”, aclaró. En este sentido, destacó que “en el tema del IVA, que es el más importante de todos, ese IVA viene cayendo porque viene cayendo el consumo”.
El ministro también contextualizó el impacto de la coyuntura económica nacional: “Dicen que los gobernadores reciben mucha más plata porque creció la economía un 8%, pero las estadísticas hay que saber manejarlas. Si se compara el 2024 contra el 2023, cayó un 20%; 2025 contra 2024 rebotó, según el INDEC, un 7,8%, casi un 8%. Quiere decir que cayó 20 escalones y recuperó 8, está todavía 12 escalones debajo de los niveles de 2023, con una inflación, en el medio, arriba de 130%”. Este escenario, según Abad, se ve agravado por el hecho de que el crecimiento económico no es homogéneo: “Creció petróleo, energía, gas, pero no crecieron el consumo, la economía real, que es lo que nos atañe a Tucumán porque nosotros no tenemos ni energía ni litio, y el derrame no llega”.
Frente a esta situación, Abad destacó las medidas adoptadas por la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo: “Nosotros, con el gobernador, cuando iniciamos la gestión, teníamos muy claro que no sabíamos quién iba a ganar la presidencia. Después que se eligió al presidente actual, nos dimos cuenta de que teníamos que hacer un fondo anticíclico”. Este fondo, según el ministro, permitió sostener el funcionamiento del Estado, garantizar el pago de sueldos y mantener activas 32 obras públicas, como la presa El Cadillal, la cárcel de Benjamín Paz y varias rutas. “El fondo anticíclico lo estamos usando justamente porque ese fue el objetivo cuando lo creamos”, afirmó.
Sin embargo, Abad señaló que el fondo se está reduciendo debido al contexto económico adverso, caracterizado por una política monetaria restrictiva y altas tasas de interés que afectan el consumo. “Hoy, cualquiera que tenga una tarjeta de crédito, la refinanciación está arriba del 120% de tasa efectiva anual, lo cual es impagable para la gente que paga el mínimo y renueva el saldo. Todo eso conduce a que se enfríe la economía, y eso obviamente enfría también el consumo, y eso repercute en las arcas públicas”, explicó, refiriéndose al impacto en el IVA y en los Ingresos Brutos provinciales.
Discusión de fondo
En cuanto a las perspectivas de solución, Abad subrayó la necesidad de una reforma profunda del sistema tributario federal: “El sistema de las provincias es originario en materia tributaria, son de las provincias delegadas en la nación. Eso dio origen a la ley de coparticipación federal, que en el año 1996 debería haberse dictado una nueva ley y nunca se hizo porque requiere un convenio y unidad de todas las provincias”. Para el ministro, esta reformulación es esencial para lograr “un equilibrio, una equidad” y establecer un objetivo claro: “Incentivar a la actividad privada, porque la actividad privada genera puestos genuinos de trabajo, y gobernar es crear puestos de trabajo y consolidar la paz social”. En este sentido, Abad respondió a quienes proponen bajar Ingresos Brutos: “No lo hacemos por la misma razón por la que la nación no elimina las retenciones, hay que dar una discusión de fondo de la coparticipación federal y hasta que eso no se de, la provincia sola no puede hacer absolutamente nada”.
El ministro también expresó preocupación por las variables macroeconómicas que las provincias no controlan, como la política monetaria y cambiaria, y señaló que el escenario postelectoral será clave para definir el rumbo económico. “Hasta que no sepamos muy bien cuál va a ser la actitud que va a tomar la nación, nosotros lo que estamos haciendo es trabajar el día a día”, concluyó, enfatizando la importancia de administrar con cautela los recursos provinciales en un contexto de incertidumbre.